Homenaje a Jacinto Burgos, compañero revolucionario caído en combate el 30 de julio de 1976
Tanto ir y venir a la Patagonia, tanto tratar y convivir con los luchadores de hoy, sean los y las mapuche, sean nuestros compañeros y compañeras de Convocatoria SEGUNDA INDEPENDENCIA, sean otros luchadores que vamos conociendo, lo cierto es que la Patagonia es y ha sido fuente inagotable de generaciones de luchadores.
Me acordé de un gran compañero. De un jefe Montonero de la Patagonia de quien la desmemoria de los poderosos hizo que también se perdiera la memoria de los explotados.
Desde Convocatoria solemos formar a los nuestros explicando que
una cosa es «luchar» (que lo hacen muchos), otra organizarse para luchar, y otra es pertenecer y construir una Organización que lucha para hacerse del Poder y construir una sociedad sin explotadores ni explotados.
Son pasos y saltos de calidad que hacen a la esencia de los que luchan y sus organizaciones.
Ésto que decimos va entonces en relación a nuestro homenaje al ese gran Montonero de la Patagonia Argentina que nuestros opresores se han esforzado en que lo olvidemos.
La foto que ilustra está nota lo muestra engrillado y con la frente alta y quizás en ese gesto se confirma la soberbia que suelen achacarnos a muchos de nosotros.
UN 30 DE JULIO 1976 CAE EN COMBATE EN MAR DEL PLATA JUAN JACINTO BURGOS, UN COMBATIENTE MONTONERO DE LA PATAGONIA.
LA DIGNIDAD Y LA SOBERBIA A VECES VAN JUNTAS
LA VIDA Y LA MUERTE DIGNA DE JUAN JACINTO BURGOS
Somos pocos quienes recordamos a Juan.
Eduardo González de Cipolletti tiene un archivo de memoria similar al de Roberto Baschetti. Pero lo tiene en su cabeza.
Lo recordamos porque tuvo que ver con la Patagonia natal de Eduardo y con la Mar del Plata que me vio nacer.
Militábamos en Montoneros de Mar del Plata.
Hoy (julio del 2023) parece que haber sido montonero en los 70 es un pecado capital a juzgar como nos pegan las clases dominantes y a veces algunos más cercanos por nuestro glorioso pasado.
Juan nació en la Pcia de Bs As empezó a militar de niño en los sectores más revolucionarios e intransigentes del Peronismo.
Ya en 1958 fundó el Comando Merlo para enfrentar desde la clandestinidad absoluta el nefasto Plan Conintes (Conmoción Interna del Estado) armado para reprimir a la Clase Obrera.
Periodista y escritor, trabajó en la Revista Ateneo y en el Periódico Noticias, el órgano más masivo y público de Montoneros.
Los años 70 lo encuentran en la Patagonia. Ya con importantes responsabilidades organizativas y es designado Secretario general de la Regional VII de la JP la estructura de masas territorial de Montoneros en el territorio más extenso de la Argentina.
Pero era además un oficial montonero, un cuadro de la Organización.
La represión contra Montoneros comenzó mucho antes del golpe de 1976. Nuestra Organización empieza a tener muchas bajas en presos y muertos.
Juan era ya un tipo expuesto. Se le ordenó abandonar la Patagonia.
Fue reasignado a Mar del Plata.
Lo conozco casi de casualidad: en el verano 74/75 me toca cubrir «la cita Nacional» y ahí me encuentro con ese compañero desconocido que venía del Sur argentino. Había viajado más de 2000 kms.
Tenía 30 años. Un «viejo» para esa época y para nosotros veinteañeros.
Me notifica que le ordenaron incorporarse a una Unidad de combate Montoneros de Mar del Plata (UBC), y da como referencia el nombre de «un pibe del Sur que me conoce». Era Eduardo.
Así entra Juan Jacinto Burgos en nuestras vidas.
No tuve el honor de militar mucho tiempo con Juan porque a los pocos meses fui detenido. Pero eso es otra historia.
Lo que me lleva a escribir esto tiene relación con la Dignidad y la Soberbia, con la altivez, con la frente alta ante el enemigo, con la convicción de porque se lucha, porque se cae en cana y porque se muere.
Todo eso con Dignidad. Y hasta con soberbia.
Esto que digo se puede sintetizar en la foto de Juan. Foto histórica en la Patagonia. Foto que enorgullecería a muchos de los luchadores de hoy en la Patagonia.
Fue tomada en Bariloche, donde nunca falta represión policial con presos y heridos.
También Juan se enorgulleciera de los que hoy luchan, de los presos, de sus familias, y de todo el que colabora con esa lucha.
Sepan todos ellos que hubo antes también hombres y mujeres dignos.
Activos y soberbios.
Ahí está Juan, con su porte arrabalero, sus típicos bigotes Montoneros y sobre todo su soberbia en su frente alta.
Rodeado de policías armados que lo llevan.
La foto es del 11 de marzo de 1972.
En esos años los dirigentes marchaban a la cabeza de las movilizaciones, y ese día la Argentina estalló en movilizaciones, piquetes y barricadas enfrentando al Ejército de Lanusse
También en Bariloche, con Juan a la cabeza.
Mírenlo bien, y digan si un compañero así puede asumirse como «víctima»
Ninguno de nosotros fuimos jamás «víctimas» como se nos quiere hacer aparecer. Todos elegimos el camino de luchar.
Juan parece reírse de sus cadenas. Lleva los grillos con soberbia.
Mucho se ha hablado (y generalmente mal) de la llamada «Soberbia Montonera»
Nadie nunca me lo pudo explicar con algo de coherencia y argumentación como no fuera nuestra jactancia de la masividad de nuestra Organización.
Ni varios militantes de algunas izquierdas gorilas y reformistas que nos querían poco, ni tampoco distintos sectores del Peronismo, sea la derecha fascista, la burocracia política o
sindical, o sean los más modernos reformistas o socialdemócratas todos los cuales nos querían menos aún.
Todos ellos solían mencionar la «Soberbia Montonera».
En algún momento me empecé a preguntar si realmente era tan mala después de todo.
En especial viendo hasta donde llegaron los que supuestamente no eran soberbios.
Y de pronto me encuentro con esa vieja foto de Juan.
Y me digo que la imagen de Juan llevado esposado puede ser un símbolo de la Soberbia Montonera
Ya quisiera yo hoy, un poco como abogado defensor a veces, un poco como pretendiente de revolucionario otras, y como militante de Convocatoria en otros casos, encontrarme con quiénes puedan reflejar la altivez y la soberbia de Juan.
No sé si yo mismo la tendría.
Quizás la Historia nos dé la oportunidad de demostrarlo.
En aquellos años esa foto no decía nada, era algo insignificante para cualquiera de nosotros.
Pero les quiero decir que es la viva imagen de un típico cuadro montonero de esos años que daba la vida por la liberación Nacional y el Socialismo.
Es la imagen de la convicción política e ideológica.
Es la imagen de «Patria o Muerte».
Juan fue emboscado por una patrulla militar un 30/7/76, en la intersección de las calles Moreno y Olazábal, en Mar del Plata.
Se enfrentó a tiros, probablemente con la Dignidad y la Soberbia Montonera, la misma que derrocha cuando se lo llevaban encadenado unos años antes.
Muy malherido lo llevan a un Hospital de donde lo retira un helicóptero del Ejército.
Un desaparecido más.
Nada salió de su boca, ningún compañero o compañera, ni material cayeron de su lado.
Quizás tuvo suerte y su propia soberbia lo ayudó a morir rápido, o quizás esa característica lo ayudó a soportar el infierno que haya sido sin darle un solo dato al enemigo
Era un «viejo» para ese tiempo.
Tenía 32 años.
Dos hijos Facundo y Eva a quienes conocí porque llegaron a Mar del Plata al poco tiempo que Juan.
Un 29 de julio, pero de 1971 caía también en combate en Córdoba una de nuestras mayores leyendas, el Negro Sabino Navarro, histórico y heroico comandante montonero.
Pero esta vez, solo esta vez le pido, compañero Comandante, déjeme recordar más a Juan, al de la Soberbia Montonera, quien siguió su ejemplo y murió con la misma dignidad que Ud.
De Ud. se sabe todo y se ha escrito mucho comandante Sabino. Permítame en estos tiempos de mediocridades y traiciones, dar a conocer la historia de un montonero que casi nadie conoce.
Déjenos honrar al compañero de la lejana Patagonia Juan Jacinto Burgos como se merece compañero comandante. Ud. que fue obrero metalúrgico que tiene la humildad de los grandes comprenderá, lo sabemos muy bien
El Negro Soares

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