8 de Marzo: Las luchas feministas forman parte de las luchas del pueblo
Desde el camino construido entre todas, desde las experiencias colectivas de opresión, discriminación y violencia que la humanidad aprende en los cuerpos de las mujeres y diversidades, y desde lo aprendido de las mujeres guerreras y luchadoras que nos antecedieron en la historia, abriendo caminos, decimos una vez más: no tenemos nada que festejar.
En este día tan sensible para nuestra memoria histórica recordamos a las costureras en huelga asesinadas por los patrones, recordamos a las mujeres revolucionarias que dieron la vida por la construcción de un país sin explotadores ni explotados, y a todas nuestras mujeres y disidencias muertas en la miseria, la desolación y el olvido.
Las Dianas sostenemos que las luchas feministas forman parte de las luchas del pueblo porque el Patriarcado (entendido como el sistema) es capitalista, colonial, racista, neoliberal, trasnacional, y como tal es un sistema de muerte que nos oprime a la humanidad y a la naturaleza. El patriarcado tiene un largo camino recorrido, principalmente sobre nuestras cuerpas, camino que nosotrxs comenzamos a reconocer primero, para luego entender que NO lo elegimos, y desde ese entendimiento poder accionar para combatirlo.
Combatimos desde la palabra, desde la escucha, desde los abrazos, desde el encuentro, intentando acompañarnos en la toma de conciencia de que nosotras y nosotres no vinimos al mundo para ser oprimidas ni violentadas, ni explotadas, y que este sistema, capitalista y patriarcal, está diseñado para hacernos creer esto, y desde ese lugar, buscamos sostenernos para potenciar nuestra fuerza. También combatimos en las calles, peleando contra el opresor (que es bien grande pero hoy lo reconocemos), poniendo el cuerpo cotidianamente, muchas veces en la soledad que la institucionalización de las luchas impone.
Por esto es primordial que hayamos comenzado a reconocer los distintos tipos de violencias que vivimos cotidianamente.Más de una vez nos habrá pasado que escuchamos decir "yo nunca sufrí violencia" y esto es debido a que cuesta entender que cuando se habla de violencia no solo implica golpes, ya que la violencia se manifiesta de diferentes maneras, y puede ser verbal, psicológica, sexual, económica, política e institucional y muchas más por terminar de identificar y reconocer. Además de estos pequeños grandes pasos que iremos dando, también necesitamos comenzar a crear nuestros espacios en los cuales nosotras y nuestras compañeras se sientan seguras, acompañadas, abrazadas y contenidas.
Crear esos espacios en los cuales podamos expresar nuestras ideas y vivencias sin ser criticadas o juzgadas, donde podamos debatir distintos puntos de vista, desde el respeto necesario.
Creemos necesario que el concepto de femicidio nos permita desnaturalizar y nombrar a esta violencia como lo que es, un crimen. Muchísimos años de lucha e injustísimas muertes nos está costando generar la conciencia colectiva necesaria para deconstruir la concepción que considera a los diferentes tipos de violencia hacia la mujer como parte de una costumbre que pertenece al ámbito doméstico y privado. La mal llamada Violencia Doméstica es la expresión más cabal del patriarcado en nuestras vidas.
Es parte de un caldo de cultivo donde se forman otras violencias (no sólo contra la mujer, pero siempre contra ella). Por eso creemos que la caracterización de este tipo de violencia como un problema que se debe resolver en forma individual, avala y promueve la privatización de la vida de la mujer e impide reconocer la dimensión social y política que legitima esas violencias, justificando el arrebato masivo de nuestras vidas por las concepciones, ideas, luchas, culturas, identidades u orientaciones que sostengamos.
Otorgarle un nuevo sentido al concepto de femicidio significa reconocer cuál es la realidad de hoy en relación a éste y los efectos del machismo en la vida cotidiana de las mujeres, como así del patriarcado que suele ser el presupuesto para que esto suceda. También implica visibilizar las causas más profundas y las luchas que las mujeres y diversidades llevaron y llevamos adelante, pagando en forma más que generosa con nuestras vidas, la defensa de nuestras ideas. El sistema de opresión sabe que su peor enemigo es la mujer que lucha y ha encontrado nuevas formas de crueldad hacia nuestros cuerpos. A mayores denuncias, mayor vulnerabilidad. Aumento de asesinatos y violencia hacia nosotrxs.
Nosotras, LAS DIANAS, nos negamos a reconocer en las diferentes variantes del Estado capitalista la facultad de resolver el problema de la violencia de género. Nos parece una incoherencia absoluta pedirle a las Policías, a los/las fiscales, a los jueces y juezas que salven a una mujer agredida. En primer lugar porque jamás lo hacen. Pero además porque entendemos que un sistema como el capitalismo —el más salvaje de los sistemas de explotación— jamás tendrá jueces, juezas o fiscales justos. Y menos aún policías o fuerzas de seguridad al servicio de las explotadas y explotados. No es posible pedirles Justicia a los injustos.
Denunciamos que estos estamentos son profundamente patriarcales y responden a los intereses de los más poderosos: por eso no creemos que desde ahí podamos atacar el problema.
Por eso proponemos, a las mujeres y diversidades, la organización contra las violencias; confiar en nosotras mismas, en nuestra Organización y en las diferentes formas de luchas que iremos dándonos contra las violencias machistas.
Las Dianas entendemos la maternidad como deseo y no como mandato, por lo que buscamos que nuestras infancias crezcan en un mundo justo, donde los abusos, las imposiciones, las opresiones, el despojo y el hambre no sean el cotidiano de lxs niñxs, intentando multiplicar los esfuerzos para que este sueño no sea para unos pocos, sino que sea el sueño colectivo que podamos llevar adelante en cada rincón de nuestros territorios. Decimos basta de abusos en la infancia y NO a la prescripción de las causas, luchamos por infancias felices y libres.
No confundimos el enemigo. El enemigo es el sistema patriarcal sostenido fervientemente por el capitalismo, sistema social, político, económico y cultural que es quién tiene el poder. Por ello, proponemos como imprescindible la construcción con la humanidad y con la naturaleza, de la cual formamos parte, descolonizando así las formas de hacer política.
Recordamos y reivindicamos las luchas de las mujeres en los tiempos de independencia como Juana Azurduy, Macacha Güemes y tantas otras que dieron todo para sacar al enemigo de latinoamérica; honramos la indudable lucha de Las madres de plaza de Mayo contra la dictadura cívico militar y clerical, a las compañeras organizadas de los 70, entre las cuales esta Diana Alac (en honor a ella el nombre de nuestro espacio) que dejaron hasta la vida por el cambio social que luchamos todos los días.
No podemos dejar de nombrar a nuestras compañeras y hermanas presas políticas de Paraguay, Colombia, Perú, Chile, a las luchadoras vascas, a quienes acompañamos en sus luchas y cautiverio. Exigimos la Libertad de todas las presas políticas de Latinoamérica.
No olvidamos ni perdonamos al Estado infanticida de Paraguay, por eso exigimos justicia por los crímenes de lesa humanidad. A Lilian Mariana y María Carmen Villalba, niñas argentinas de 11 y 12 años de edad, a quienes el Estado Infanticida Paraguayo secuestró, torturó y fusiló. Hasta el momento no hay responsables materiales, ni intelectuales por estos cuerpitos destrozados. ¡Aparición con vida de Carmen Elizabeth Oviedo Villalba “Lichita” YA! Las Fuerzas de Tareas Conjuntas de Paraguay se llevaron a nuestra niña.
Este 20 de abril Laura Villalba (mamá de María Carmen, tía de Lilian y Lichita) enfrenta la corrupta justicia stronista que pretende condenarla a más de 30 años de cárcel acusandola de violación al deber de cuidado y educación, violencia familiar y terrorismo. Este juicio es un montaje político y comunicacional, como la ILEGAL detención de Carmen Villalba presa con condena cumplida, mamá de Néstor (asesinado a los 12 años) y Lichita (desaparecida a los 14 años). Exigimos Juicio y Castigo a todos responsables del doble infanticidio y la desaparición forzada de Lichita, Absolución y Libertad inmediata de Laura Villalba presa por maternar, presa por garantizar el derecho a la identidad de las niñas, y a Carmen Villalba presa política con condena cumplida.
Creemos en la solidaridad internacionalista que nos une y fortalece, que nos permite aprender de las luchas y resistencias que cada territorio viene dando, para construir herramientas de lucha que traspasen las fronteras impuestas por el sistema dominante.
También traemos a nuestra memoria a nuestras hermanas originarias, hermanas Mapuche, Qom, Wichí y a todas las mujeres de los pueblos originarios de Latinoamérica, quienes históricamente vienen luchando en defensa de su territorio ancestral y por una vida digna. Reivindicamos la lucha de los pueblos originarios como una de las más claras en la lucha contra el sistema capitalista, y los diferentes gobiernos que los sostienen. En estos días, el pueblo wichí de Misión Nueva Pompeya salió a exigir la aparición con vida de un joven desaparecido hace más de 3 semanas y lo primero que recibió fueron palos y balas, ante eso resistieron y siguen luchando, con la concepción implícita de que si tocan a unx, tocan a todxs.
Seamos cada vez más antipatriarcales, luchemos contra el machismo en cualquiera de sus formas y hagámoslo enfrentando al sistema de explotación y miseria, así como a las clases de los poderosos que dominan a la gran mayoría de la humanidad.
Las mujeres podemos luchar por un verdadero cambio revolucionario de nuestras vidas y del mundo que vivimos.
8 de Marzo de 2023
LAS DIANAS, ESPACIO DE GÉNERO DE CONVOCATORIA SEGUNDA INDEPENDENCIA
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