Para el Peronismo la figura de Evita es cada vez más una simple estampita.
En el mejor de los casos acompañada de alguna de sus frases las que se ven ajenas a un peronismo que hace décadas eligió consolidar el saqueo y la explotación de nuestro propio pueblo en todos estos años.
El Peronismo político, sindical, carente hoy de proyecto político (y en muchos casos con el proyecto del capitalismo y del Imperialismo) terminaron haciendo de la figura de Evita un símbolo vacío algo no muy diferente a la Difunta Correa o a Gilda.
Justamente lo que siempre quisieron las oligarquías gorilas.
Muchísimos compañeros y compañeras peronistas de distintas organizaciones o sueltos (de muy buena fe en la mayoría de los casos) al no considerar la militancia como un proyecto organizado de toma de poder para construir otra sociedad, también incurren en aceptar mansamente esa concepción religiosa de la figura de Evita.
Convocatoria SEGUNDA INDEPENDENCIA, desde su origen, viene planteando otro concepto y otra visión del Peronismo, y por tanto también de Evita.
Lo planteamos con firmeza, pero también con humildad en el sentido de que es "nuestro", concepto.
Y por lo tanto sujeto a Debate.
Convocatoria entiende que el Peronismo nace a la vida política de Argentina con un concepto de "alianza de clases".
La "Comunidad Organizada", el proyecto político inicial del Peronismo es eso : clases sociales (burguesía y trabajadores) que en lugar de enfrentarse deben fluir por caminos paralelos trazados por un Estado que evitaría la confrontación.
Y en ese marco, para el Peronismo había que fortalecer lo que se llamó "las Organizaciones Libres del Pueblo" como instrumentos de estructuras en apoyo del proyecto peronista de eliminar la lucha de clases.
Este proyecto avanzó en sus primeros años y logró repartos de riqueza que nunca antes ni después del Peronismo se alcanzaron.
Pero jamás pudo evitar la lucha de clases en el seno del Peronismo.
El "fifty, fifty" famoso, o sea el 50 % del producto bruto para los trabajadores y el otro 50 para la burguesía, -un adelanto para su época-, aun así implicaba que millones de laburantes repartían el 50, mientras las minorías burguesas y oligárquicas, se quedaban con el resto.
La lucha de clases y la lucha antiimperialista en la Argentina jamás pudo detenerse.
Y esa lucha de clases tampoco pudo detenerse en el Peronismo.
La clase obrero peronista se resistiría a aliarse con sus explotadores por más que también fueran peronistas.
Ni el propio Perón logró frenar esa lucha interna dentro del Peronismo.
Caído el Peronismo el 1955 esa lucha de clases y antiimperialista se desarrolló con grandes saltos de calidad y sobre todo se hizo más evidente, más clara y más sangrienta dentro del Movimiento Peronista.
Para fines de los 60 y principios de los 70 esa lucha de clases era imparable.
Y más lo era dentro del Peronismo.
Las derechas políticas y sindicales del Peronismo comandadas en persona por Perón iniciaron acciones de exterminio hacia las izquierdas revolucionarias peronistas y no peronistas.
Pero ya era imposible frenar esas luchas.
El enfrentamiento entre las consignas "la Patria Socialista" y "la Patria Peronista" jamás fue folclórico.
Implicó el enfrentamiento entre dos proyectos de Argentina que se libraron con mucha sangre dentro del Peronismo.
De quién resultara triunfante en esa sangrienta lucha implicaría que el Peronismo podría ser un vehículo para la Liberación Nacional y el Socialismo o ser un instrumento para la profundización de la explotación capitalista y la dominación imperialista.
Los gringos del Norte, los dueños de una gran parte del Mundo también hicieron la misma lectura.
El golpe de 1976 vino a intervenir en la lucha de clases y antiimperialista en la Argentina y en particular en el seno del Peronismo.
Se eliminó a los revolucionarios y a sus organizaciones en una guerra despiadada, y se protegió por todos los medios al Peronismo burgués y capitalista.
En definitiva, el Peronismo que hoy existe.
Las compañeras y compañeros que se interesen por más elementos pueden ver "ANÁLISIS Y PROPUESTAS" en esta página;
Es el documento fundacional de Convocatoria.
Evita vivió y murió mucho antes de todo eso.
Pero en su corta vida y en ese muy escaso tiempo en que la lucha de clases en el Peronismo fue incipiente, larvada y poco perceptible, ella se paró del lado de los trabajadores, del lado de los desposeídos.
Jamás se paró del lado de la burguesía o del Imperialismo, como si su presencia de clase ya abriera camino a esa disputa que luego se desarrollará.
Por eso los jóvenes revolucionarios de los 70 (que apenas nacían cuando ella moría) la rescataron como un icono en esa lucha de clases porque su figura supo dar voz a los más humildes y porque siempre señaló a los verdaderos enemigos del pueblo, aún siendo parte del proyecto de Perón, ella siempre brilló con su luz propia y en su corta existencia no dudó de qué lado se ponía, por eso los sectores oligárquicos la odiaban tan profundamente, como odian al pueblo.
Convocatoria SEGUNDA INDEPENDENCIA, respecto de la figura y el mensaje de Evita, mirará siempre la cuestión principal, siempre dónde está el Imperialismo y dónde están los que se les enfrentan.
Convocatoria SEGUNDA INDEPENDENCIA no es una organización peronista, tampoco es evitista.
Nuestros jóvenes y nuestras mujeres, y en especial nuestras jóvenes mujeres tampoco son peronistas y por lo tanto la figura de Evita, (en nuestra intensa formación política) no va más allá del rescate del concepto que aquí vertimos: Evita jamás fue -para nosotros- una categoría religiosa.
Fue una de las tantas figuras del Peronismo, una de las principales, que pudo avizorar (sin ser Marxista ni poseer elementos teóricos para apoyarse) la existencia de esa lucha de clases y antiimperialista dentro del Peronismo.
Esa, la Evita parada en un extremo de la lucha de clases, sobre todo dentro del Peronismo (con las características, salvedades, limitaciones y particularidades de la época) es la que toma Convocatoria SEGUNDA INDEPENDENCIA.
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