Nada que festejar, Todo por luchar.
En nuestros materiales de formación y análisis históricos decimos que desde que el primer invasor europeo puso un pie en Nuestra América comenzó la historia de opresión sobre este continente.
Desde ese momento se inició una guerra que perdurará hasta que el último colonialista se vaya.
Esa guerra ha sido cruel y despiadada y también ha sido política. Depende de tiempos y circunstancias.
No hubo descubrimiento, ni encuentro de civilizaciones. Fue un exterminio constante y masivo hacia los pueblos que habitaban estas tierras desde siempre, los llamados “civilizados” que venían con la biblia bajo el brazo y hacían todo en nombre de “su dios”, saquearon todo aquello que consideraron de valor, ultrajaron a las mujeres, masacraron a los hombres.
La llamada civilización avanzo a fuerza de pólvora y filo de espada sobre nuestras culturas preexistentes. A su paso sembraban muerte.
Arrasaron pueblos y culturas enteras, comenzaba a brillar la idea del progreso que tanto se hablaba del otro lado del Océano.
Pasaron los años, siglos y las matanzas continuaron, ya dejaron de ser los conquistadores europeos quienes se ensuciaban las manos y comenzaron a ser los ejércitos nacionales de los Estados que iban naciendo.
Nada cambio, el genocidio continuo de muchas formas, desde la esclavitud, el despojo de territorios hasta matanzas de quienes se atrevían a rebelarse por la dignidad de su cultura.
Esos profetas del progreso, avalaban todos estos horrores justificando que “esta gente eran seres inferiores y que poco valían”.
De la mano de ese progreso, fue gestándose el capitalismo, el sistema más atroz y asesino de la humanidad, sistema que hasta nuestros días sigue en pie.
La política desde hace 531 hacia nuestros pueblos originarios poco y nada ha cambiado.
El exterminio continua, quizás no siempre con matanzas, pero si condenándolos a vivir en la máxima de las miserias, sin agua, sin educación, sin salud, sin vivienda, sin tierra.
531 años y siguen despojándolos de sus territorios, robándoles su cultura, mirándolos con desprecios.
Los conquistadores de ayer, son los gobiernos capitalistas de hoy, que a su paso hambrean al pueblo y los condenan a ser cada vez más pobres.
Los espejitos de colores, son los planes que nos venden los mismos que gobiernan para los millonarios para que nos conformemos con migajas mientras vivimos cada vez peor.
Convocatoria SEGUNDA INDEPENDENCIA lucha por una Argentina y una Abya Yala en donde todos los pueblos tengan derecho y libertad a ser pueblos, respetados y con derecho a vivir dignamente.
Al igual que reivindicamos todos los levantamientos indígenas que hubieron a lo largo de la historia, y condenamos todas las matanzas que se han producido desde que la Argentina es Argentina, apoyaremos toda lucha de nuestros pueblos originarios por vivir dignamente, sea cual sea el método que usasen.
La guerra anticolonialista que se viene librando desde más de 500 años siguió su curso.
Vino el capitalismo y el Imperialismo y la situación de la pueblos de Nuestra América empeoró a escalas espantosas.
Hoy esa guerra en Argentina se expone en términos políticos.
Opciones de derecha liberal y derecha peronista pretenden profundizar la explotación, la miseria y el saqueo disputando electoralmente.
Otras opciones electorales o no, pero aceptando las reglas y las leyes del capitalismo atrasaran las verdaderas y necesarias luchas.
Convocatoria SEGUNDA INDEPENDENCIA en el poder asegura la efectividad concreta de la autodeterminación de los Pueblos originarios porque vendrá de la mano de la Liberación Nacional y Social de todos los habitantes.
Pero para ello debe expulsarse del poder a los explotadores.
No alcanza con alzar la "plurinacionalidad" como consigna, o identidad.
Tampoco alcanza con agitar wirphalas.
Debe haber compromiso real y efectivo como Convocatoria SEGUNDA INDEPENDENCIA lo ha demostrado con los Pueblos originarios del Norte y del Sur.
En este 12 de octubre renovamos el compromiso para desalojar del poder a los enemigos de la Clase obrera y de la Nación Argentina.
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