GATILLO FÁCIL

Se le dice GATILLO FACIL al uso abusivo de armas de fuego por parte de las fuerzas de seguridad que trae como consecuencia el asesinato o lesiones a personas que se encontraban indefensas en el momento del hecho para luego encubrirlo diciendo que fue accidental o en legítima defensa por una supuesta agresión a la víctima.

En el sistema político que rige en Argentina, así como gran parte de los países del mundo, la forma de organizarse los seres humanos es a través de leyes. Así existen leyes que nos dicen qué conductas no aceptamos y establecen consecuencias si no las cumplimos. Cuando alguien incumple esos acuerdos escritos en forma de ley, se lo juzga y puede llegar a recibir una pena por ello.

Las penas pueden ser de varias clases, multas, obligaciones de hacer determinadas acciones hasta la prisión (que se contempla como última posibilidad). La única pena que en Argentina está prohibida es la de PENA DE MUERTE.

También en nuestro país, se prohíbe hacer justicia por mano propia. Los únicos autorizados a hacer justicia son los jueces y los únicos autorizados para usar la fuerza y la violencia son las fuerzas de seguridad (Policías Provinciales, Policía Federales, Prefectura Naval, Gendarmería Nacional y las Fuerzas Armadas). Pero esa violencia la pueden usar sólo en muy pocas situaciones.

Entonces cuando hablamos de Gatillo Fácil estamos hablando de aquellas situaciones en las que alguna de esas fuerzas de seguridad hace uso de la violencia fuera de la ley para decir luego que lo hicieron dentro de ella.

Debemos decir además que en general, las víctimas habituales del gatillo fácil suelen ser personas que viven en los barrios más humildes o asentamientos.

POR QUE EXISTE EL GATILLO FÁCIL?

Argentina es un país muy rico, tan rico que podemos alimentar a 40 millones de habitantes, sin embargo hay hambre y pobreza. Eso significa que millones de personas viven en muy malas condiciones, nacen y crecen sin tener lo más básico en sus casas y sobretodo con la certeza que su futuro será siempre así y no cambiará. Para que esta situación se pueda sostener así, una sociedad donde muy poca gente puede vivir MUY PERO MUY BIEN a costa de otra que es MUCHA y vive MUY PERO MUY MAL, se necesita en principio convencer a la gente que está bien que todo sea así y que hay personas que merecen vivir con todos los privilegios y otras que no importan, es más, hasta podemos decir que se piensa que es mejor que no estén.

Entonces para que todo siga igual a las fuerzas de seguridad le ordenan que cuiden con esmero a esos pocos ricos y que se dediquen a controlar que ninguno de los que nada tienen se les ocurra rebelarse. Tienen orden de hacerlo y es esa su tarea. Es decir, cuando se le presenta una oportunidad de ejercer ese poder, lo hace convencido que es su deber. Entonces ve enemigos por todos lados y se siente con licencia para matar a cuanto ser humano se le ocurre peligroso, en especial los de determinado sector social y también hacia los jóvenes.

Por eso decimos que creemos poco en la justicia, porque sabemos que el Gatillo Fácil, en realidad es parte del sistema que quiere controlar a los más pobres y a las generaciones más jóvenes. Las motivaciones pueden ser variadas, a veces porque es un advertencia para los demás, a veces porque es una pena de muerte encubierta, otras es justicia por mano propia y en casi todas esta situación lo hacen en el convencimiento que esas personas sobran o son molestas.

Esto es posible también porque esas fuerzas de seguridad cuentan con el aval político para hacerlo asegurándole el encubrimiento y la impunidad, por lo que muy pocos han sido condenados y cuando ello pasa las penas han sido las mínimas.

OTRAS FORMAS

Tal como dijimos el GATILLO FACIL es una de las formas por las cuales se ejerce el control social sobre la población más pobre, pero también existen otras formas y así, no queremos dejar de mencionar LAS CAUSAS ARMADAS.

Las causas armadas son aquellas causas penales que se construyen inventando situaciones que no existieron o que sí existieron pero se inventan pruebas para inculpar a las personas que se tiene interés.

Estas causas en general suelen iniciarse en los primeros pasos de las investigaciones que llevan adelante las fuerzas de seguridad y se “cocinan” en los sumarios en las comisarías, para que luego las fiscalías o juzgados terminen el trabajo sucio, condenando a quienes resultan víctimas de esta práctica.